Entre 2003 y 2007 visité 3 veces la Ciudad Condal asistiendo a diversos congresos del mundo IT. Aprovechando esto, visité playas cercanas como Castelldefels y Sitges, ciudades hermosas como Palma de Mallorca, maravillas del hombre como el Monasterio de Montserrat, alguna pequeña escala en Madrid de pocas horas. Y obviamente recorrí mucho la ciudad en el tiempo que me dejaban las actividades que me llevaron hasta ahí.
En los años que yo iba, el independentismo estaba ganando fuerza. Ahora en 2024, ha perdido las elecciones y parece en franca retirada. Pero durante esos años, dicha ideología creció y se desarrolló en la región, culminando un 1 de octubre de 2017 con un referendum independentista ilegal abortado enérgicamente por el gobierno del PP de la mano de Rajoy, haciendo valer el artículo 155 de la Constitución Española. Cientos de empresas dejaron la región, pero a la fecha solo dos han vuelto a poner su casa matriz en la misma. (Dato: con la independencia de Cataluña, esta dejaba de ser parte de la Unión Europea, porque Cataluña pertenece a la misma a través de su pertenencia a España!! Los empresarios serán catalanes pero no bobos). Varios de los dirigentes promotores encarcelados, otros auto exiliados en Bruselas con la complicidad de la citada Unión Europea.
Ahora bien, Barcelona era una fiesta. Mis visitas fueron tanto en mayo y en septiembre, Días cálidos, noches hermosas, sol y playa. Turismo moderado, buena comida y bebida. Muchas caminatas, paseos, visitas. Sí comenzaba el evidente intento de mostrar una identidad catalana distinta a España, no solo por el idioma.
¿Qué encontramos en 2024?
Lo primero que encontramos fue un turismo que desbordaba todo lugar céntrico. Sumado a esas multitudes, la enorme cantidad de emigrantes tanto legales como ilegales trabajando en todo lo imaginable, hicieron difícil escuchar a alguna persona hablar en catalán. La ciudad bastante más sucia (¿hola Ada Colau?). Los grafittis por doquier.
Av. del Marquès de l'Argentera |
Por otro lado, muchos lugares en los cuales hasta 2007 el ingreso era gratuito, ahora requieren de una entrada. Entre los que visité en su momento gratuitamente y ahora requerían de un ticket, identifiqué el Parque Güell, el Castillo de Montjuic, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y la Catedral de Barcelona. Casi todas las iglesias importantes también cobran pero no pude recordar si hace 17 años también lo hacía. Creo que no.
Castillo de Motjuic |
Transitar por las Ramblas fue misión imposible. La mutitud que las recorría se complementaba para mal con una obra que está removiendo las calles laterales para hacer una gran peatonal hacia el mar. Plaza Cataluña siempre colapsada, porque además había un festival gastronómico.
Plaza de San Jaume |
¿Qúe visitamos? Bastante en 3 días. Para destacar, la Sagrada Familia (bien temprano), el Park Güell (idem), Templo de Augusto (ruinas romanas en pleno barrio gótico), Centro Cultural del Born, Basílica de Santa María del Mar, etc.
"La Estrella Herida" |
Para destacar: los medios públicos de transporte, impecables. Tren, metro, bus. El aeropuerto también muy amigable y de fácil acceso. Asimismo, más allá de todo lo que se dice, no tuvimos ningún problema a nivel seguridad ni vimos nada raro. La zona del Eixample, cuando uno se corre unas pocas cuadras del centro turístico, hermosa como siempre.
Para pensar: demasiados turistas, lugares colapsados. Hotelería cara. Mucha marihuana, mucho homeless joven caucásico. Las Ramblas un manicomio.
Como conclusión. Barcelona es una hermosa ciudad inmersa en una zona de grandes atractivos. Planeen bien su visita. Calculen sus tiempos y costos. Y si pueden, disfruten de sus alrededores y dejen solo un día para el intenso ritmo de la Ciudad Condal.